Con increíble frecuencia en Costa Rica ocurren accidentes que parecen no tener explicación: vehículos que se vuelcan, caen por una pendiente o colisionan, sin siquiera dejar rastros de frenado.
Son accidentes que suelen atribuirse a un cabeceo: un brevísimo período en que el conductor se quedó dormido. A la velocidad de 80 Km por hora –por decir una velocidad razonable- uno o dos segundos son suficientes para ocasionar una tragedia.
De ahí la importancia de tomar las medidas que sean necesarias para evitar quedarse dormido al volante, particularmente cuando el viaje es largo. El movimiento del vehículo y las imágenes del camino que se deslizan con monotonía, dan sueño.
Los expertos sugieren una serie de recomendaciones, para evitar que el sueño o el cansancio se conviertan en causales de accidentes que no ocurrirían en condiciones normales:
- Dormir lo suficiente: Así se trate de un viaje para disfrutar con su familia unas merecidas vacaciones o de un trabajo rutinario, el conductor precavido no debería tomar el volante del vehículo si no se siente fresco y descansado. A todo ser humano se le recomienda una jornada de descanso de ocho horas diarias.
- Hacer pausas regulares: Se estima que la fatiga en carretera suele aparecer a las dos horas de conducir. Es preciso detener el vehículo durante un espacio de 15 minutos, para caminar un poco, estirar los músculos y preferiblemente beber algo reconfortante.
- No sobresaturarse: Ningún conductor debería mantenerse al volante durante más de 48 horas a la semana, ni durante diez horas durante un solo día. La recomendación también es válida para los choferes de camiones de carga, aunque tengan que recorrer grandes distancias y cumplir períodos de entrega.
- Escoja las horas más convenientes: Aunque parezca de sentido común, también hay estudios que demuestran que en las horas del mediodía el cuerpo tiende a presentar más fatiga que en otras horas del día.
Pero tengamos presente que la prevención de accidentes no es cosa de horarios; es de sentirse bien físicamente y perfectamente concentrado.
Atienda las señales
El cuerpo mismo comienza a enviar alertas 40 kilómetros antes de que empiece el cabeceo. Cuando se comienza a sentir picor en los ojos, pesadez en los brazos e incomodidad para acomodarse en el asiento y parece que los reflejos están más lentos, es momento de hacer una pausa.
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